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Lunes, 18 de octubre de 2021

Fiesta de San Lucas, evangelista

Lucas 10, 1-9

Amigos, nuestro Evangelio de hoy nos muestra lo que Jesús quiere que sus discípulos hagan y cómo deben hacerlo. Somos una Iglesia misionera. Somos enviados por el Señor para esparcir Su Palabra y realizar Su trabajo. El Evangelio no es algo para aferrarse solo para nuestro beneficio; sino que es una semilla que debemos regalar.

La oración no es algo secundario al ministerio. No es algo decorativo. Es el alma de los esfuerzos de la Iglesia. Sin la oración nada tendrá éxito; sin ella ningún ministro surgirá. Por ello, en todo momento recemos, recemos, y recemos.

Pobreza y simplicidad de vida son prerrequisitos para la efectiva proclamación del Evangelio. Antonio, Benito, Crisóstomo, Francisco y Clara, Domingo, Ignacio, Madre Teresa —a través de la Iglesia, los más efectivos proclamadores del Evangelio son aquellos que han confiado en la providencia de Dios y dejado todo lo mundano—.

¿Qué es lo primero que un ministro debería hacer al entrar en una ciudad? "Curen a los enfermos que haya". Cristo es Soter, sanador de cuerpo y espíritu. La segunda gran tarea de la Iglesia es proclamar que "ya se acerca a ustedes el Reino de Dios". La Iglesia anuncia, proclama, evangeliza.




Word on Fire Catholic Ministries, PO Box 97330, Washington, DC 20090-7330, United States

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