Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús dice: “¡Ay de ustedes también, doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni con la punta del dedo!”.
Algunos líderes religiosos se sienten satisfechos con imposiciones sobre la gente, imponiendo la ley con rigurosidad, haciendo demandas pesadas, con un sentido exultante de su propia superioridad moral. En el centro de las enseñanzas de Jesús está
la voluntad de soportar cargas ajenas, para ayudar a otros a llevarlas. Y esto se aplica también a la vida moral. Si imponemos la carga de la ley de Dios sobre otras personas, debemos estar dispuestos, al mismo tiempo, a ayudarlos a cargar con ella.
¿Cuándo te curó Cristo y cómo? ¿Cómo fue recibir, a través de la Iglesia, Su toque sanador? ¿Cuándo te sentiste excluido, despreciado, indigno, y cómo Cristo, a través de Su Iglesia, te devolvió la salud y la comunión? Recuerda ese momento y
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